Desde tiempos inmemoriales el arte de contar historias -la capacidad de narrar- es uno de los atributos que nos hace humanos. Las historias nos entretienen y divierten, esta científicamente demostrado que nuestro cerebro reacciona a ellas produciendo endorfinas. Pero más allá de esto nos inspiran, llaman a la acción e incluso forjan nuestra identidad.
Pero ¿por qué nos gustan las historias? y ¿qué beneficios producen? las historias son mucho más que un simple pasatiempo, son una herramienta evolutiva que ha permitido a los seres humanos explicarse a si mismos, y buscar sentido al mundo que les rodea desde las primeras cosmoligias a los mitos griegos y romanos, hasta llegar a los libros que leemos, las películas que vemos, la publicidad, las canciones que escuchamos, o las conversaciones de nuestro día a día… prácticamente todo lo que nos rodea está plagado de historias. Estos son algunos de los beneficios y efectos que las historias producen.
Las historias son una manera de ver más allá de la realidad cotidiana, de darle otra dimensión más profunda a los eventos aparentemente intrascendentes de nuestro día a día. Las historias nos ayudan a ver el mundo con “la mirada del poeta” a ver el árbol en la semilla y el arcoíris a través de una gota de agua.
Estar expuesto a narraciones, a historias de diferentes tipos y estructuras desde edades tempranas expande nuestra mente dándonos herramientas para comunicarnos mejor. Del mismo modo, esas herramientas son la base para construir nuestros propios mundos.
Según un estudio de las universidades de Princeton y Yale cuando nos cuentan una historia se activan las zonas cerebrales que entrarían en juego si nosotros mismos estuviéramos viviendo esos hechos. De esta forma, en cierto sentido vivimos tantas vidas como las que contienen las historias con las que entramos en contacto.
Hasta donde llega esta capacidad de empatizar puede comprobarse por ejemplo al observar cómo los niños viendo una película o leyendo un cuento tienden a “pedirse” uno u otro personaje, a jugar a actuar como ellos.
Las historias nos ayudan a comprender la complejidad del mundo abriéndonos las puertas a tiempos pasados y mundos lejanos. Pero además, también nos exponen a situaciones o problemas a los que no nos enfrentaríamos en nuestra vida cotidiana. Incluso las historias que tratan sobre universos fantásticos nos hablan en el fondo de la realidad, de la condición humana que se esconde siempre tras las palabras. Las historias nos abren la mente, nos hacen más receptivos a nuevas informaciones y emociones ayudándonos a entenderlas y procesarlas.
En el fondo de toda narración hay un sustrato de ideas y valores que encuentra en las historias el mejor vehículo para su transmisión. En las historias la información se combina con sentimientos, de forma que se da en el receptor un aprendizaje emocional. La información presentada de esta forma se asimila con muchísima más facilidad que los fríos datos.
De ahí la importancia de elegir el tipo de historias a las que queremos estar expuestos, de conocer su trasfondo y especialmente de desarrollar una mirada crítica que nos permita ser selectivos con lo que interiorizamos como propio.
Los relatos son un espejo en el que nos miramos, desde el que aprendemos quienes queremos o no queremos ser, son un escaparate de modelos de vida, de formas de comportamiento. Al mismo tiempo, está comprobado que las historias anidan en nuestra mente, echan raíces que nos permiten recordarlas incluso décadas después, cuando muchos otros datos han sido olvidados. Se calcula que aproximadamente el 65% de nuestras conversaciones giran alrededor de historias ya sean vivencias propias, ajenas o de ficción.
No obstante, ya sean pura fantasía o sucesos contrastados no puede negarse que las historias tienen un impacto muy real en nuestras vidas. Como decía el novel de literatura Elie Wesel “Las personas se convierten en los relatos que escuchan y en las historias que cuentan”
En Famiplay somos conscientes de la importancia de las historias y de la especial capacidad de influencia de aquellas contadas en medios audiovisuales. Por eso trabajamos para proporcionar el mejor entretenimiento para toda la familia. Además destinamos el 50% de nuestras ganancias a hacer posible la creación del contenido con valores que nos representa.