La película Una Razón Brillante, nos demuestra de una forma directa y cómica al mismo tiempo como hay veces en la vida en las que personas totalmente dispares se cruzan y chocan.
Si alguna vez os ha pasado puede que en un principio os pareciera un fastidio, pero a la larga esa persona tan opuesta a nosotros puede llegar a ser un gran aliciente para hacer autocrítica y aprender más sobre nosotros mismos.
Las pasiones y los prejuicios son los que gobiernan el mundo; en nombre de la razón, desde luego.
John Wesley
Neïla Salah es una joven del extrarradio parisino que sueña con ser abogada. Se matricula en la Facultad de Derecho más importante de París, pero el primer día de clase Neïla tiene un enfrentamiento con Pierre Mazard, un profesor polémico, conocido por ser provocativo y por hablar fuera de tono.
Obligados por la Universidad, profesor y alumna tendrán que preparar juntos un concurso de debate nacional. Aunque cínico y arrogante, Pierre podría ser el entrenador perfecto para las ganas de aprender que tiene la entusiasta Neïla… pero para ello tendrán que ser capaces de superar sus propios prejuicios. Dos mundos paralelos que, poco a poco, se acercan hasta forjar una relación tan disparatada, divertida y sólida como inesperada, una relación única en su especie.
Somos millones de personas con pensamientos, ideales y estilos de vida distintos. Esto hace que muchas veces podamos tener prejuicios hacia los demás, al igual que los demás los tienen hacia nosotros.
¿No os habéis preguntado nunca qué pasaría si dejásemos los prejuicios a un lado? Tal vez si tan sólo pudiésemos ver a la persona, sin ningún edulcorante, las cosas cambiarían.
Una Razón Brillante nos muestra a dos personajes totalmente opuestos, que tendrán que convivir si quieren conseguir sus objetivos.
“Cuando no se conoce personalmente a individuos de otros grupos étnicos, religiosos o culturales, es muy fácil creer cosas horribles de ellos y tenerles miedo.” - Michael Levin
Una Razón Brillante nos ofrece unos diálogos dinámicos que consiguen hacernos pensar pero siempre desde una óptica humorística que le hace conservar su encanto.
Es una película con dos protagonistas que poseen una personalidad fuerte y arrolladora y que forman un gran dúo cómico para el disfrute del espectador.
A lo largo de la película se dan situaciones que te hacen darte cuenta de que el verdadero protagonista de esta historia es el poder del discurso, la dialéctica.
Genera debates en los que el espectador se sumergirá inevitablemente y accionará sus mentes. Cuenta con un guión ágil y fresco que nos ofrece emoción e inteligencia a partes iguales.
Neïla Salah se encuentra en busca de un futuro mejor, por ello quiere cumplir sus ambiciones y estudiar la carrera de derecho. A lo largo de la película se refleja con claridad su deseo no sólo de estudiar para tener mejor calidad de vida, sino el deseo por aprender y desarrollar su mente a través de cualquier estímulo didáctico.
En los múltiples debates que se generan, también nos hace a nosotros como espectadores aprender y desarrollar nuestro intelecto con cuestiones que tal vez en el día a día no nos hayamos llegado a plantear.
“Un hombre sabio puede aprender más de una pregunta estúpida de lo que un tonto puede aprender de una respuesta sabia.” - Bruce Lee.
Te animamos a disfrutar de ésta película tan rompedora y divertida.
¡Estamos seguros de que lograrán convencerte!
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