Perseguidos pero no olvidados es un programa que cuenta ya con más de 90 episodios repartido en cuatro temporadas.
Producido por Iglesia Necesitada - ACN y emitido en TRECE, ya podemos disfrutar en Famiplay de su cuarta y última temporada (por ahora), pronto podremos ir disfrutando de las tres temporadas anteriores y también de los próximos programas que se vayan emitiendo en el futuro. Hoy tenemos el placer de hablar con Raquel Martín, presentadora y editora del programa.
Pregunta: Hola Raquel, antes de nada, gracias por colaborar con nuestro blog. Nos ha llamado mucho la atención conocer que ya desde pequeña querías ser misionera, ¿cómo surge ese interés?
Raquel: Una vez en el colegio, cuando era pequeña, entorno al día del Domund, llegó un misionero clase a hablarnos. Nos contó que había muchos países en el mundo donde todavía no habían conocido a Jesús. Nunca habían oído hablar de Él. Yo me pregunté: ¿cómo puede ser eso posible? Y me respondí: ¡Yo quiero ir a África a contarles quién es Dios, es imposible que no lo sepan!
Desde entonces, siempre me ha atraído la posibilidad de anunciar a la gente que Dios ha venido al mundo a salvarles y también la responsabilidad de comunicarlo.
P: Desde luego lo has compaginado a la perfección con tu profesión de periodista, ¿tiene algo que ver con tu vocación de misionera?
R: Decidí ser periodista para poder expresarme y para contar noticias, historias, descubrir hechos relevantes que merezcan ser contados y hacerlo. Entrevistar a gente interesante, hacer preguntas. Empecé en una agencia de noticias apasionada por la política y a la información parlamentaria me entregué muchos años. Luego te van llamando de un lado y vas haciendo un camino que, la verdad, no he elegido. He ido respondiendo a las ofertas de cambio. La última llamada fue la de Ayuda a la Iglesia Necesitada y tengo que reconocer que ha sido la mejor decisión profesional que he tomado porque en mi trabajo confluyen mi vocación periodística con el servicio a lo que yo más quiero: la Iglesia y, sobre todo, a la iglesia más necesitada y con mayores dificultades en el mundo.
P: Háblanos del programa, ¿Cómo surgió el proyecto?
R: Yo trabajé cerca de 10 años en televisión y tenía experiencia. Y, por otro lado, estaba y estoy totalmente convencida que las historias, las vidas reales, con rostro, nombres y apellidos de los cristianos perseguidos eran y son un notición. Son noticia aunque los grandes medios de comunicación no informen de ello. A veces hay informaciones de grandes atentados yihadistas en Oriente Medio o del rapto y asesinato de cristianos en Nigeria o Pakistán, por ejemplo…. Pero nadie sabe que esa gente, tiene una historia apasionante. Suelen ser analfabetos, sin recursos, pobres, marginados, discriminados, perseguidos incluso hasta la muerte, pero saben la razón de su vida, que es Jesús, y por lo que están dispuestos a no renunciar pase lo que pase. Si es noticia en Europa que haya un atentado en una iglesia copta en Egipto, todavía es más relevante, informativamente hablando, que las viudas hayan sido capaces de perdonar o que al día siguiente las iglesias estén todavía más abarrotadas de gente. Sin miedo porque tienen una fe más fuerte que la muerte. ¿Hay en España, Europa, Occidente gente capaz de exponer su vida por su fe? Jesús para ellos es muy real, tanto como para entregar su vida.
P: Cuéntanos un poco sobre los entresijos del programa, ¿cómo lo preparáis, conseguís los testimonios, cómo lográis producir programa tras programa?
R: Lo único que hacemos que intentar contar semana tras semana lo que está pasando, el latir de la vida de estas comunidades pobres, minoritarias y perseguidas. Tanto si lloran como si celebran la fe. Ambas circunstancias son muy verdaderas y merecen ser contadas, son noticia.
Gracias a los contactos que tiene Ayuda a la Iglesia Necesitada con las iglesias locales en todo el mundo, conseguimos historias y testimonios. La ventaja es que como nadie informa…. Tenemos casi siempre información nueva y exclusiva. Cuento con la ayuda de dos grandes mujeres periodistas (Blanca Ruiz Antón y Glais Carbonel) que aman también a esta iglesia que sufre y que trabajan como jabatas para mostrar en cada programa su vida.
P: En estas cuatro temporadas nos habéis hecho llegar historias impactantes y muy graves, desde tu experiencia personal, ¿cuál ha sido la que más hondo te ha tocado? ¿por qué?
R: La vida de Rebeca, una mujer cristiana secuestrada, torturada y violada por Boko Haram en Nigeria. La conocí personalmente en Maidugori. Una chica joven que no sabe ni leer ni escribir, muy pequeña y frágil físicamente… pero que ni los terroristas de Boko Haram lograron doblegarla ni que renunciara a su fe. En un campo de entrenamiento cerca del lago Chad mataron a su hijo en su presencia para forzarla a dejar la fe cristiana, la violaron reiteradamente, la obligaban a rezar de rodillas hacia la Meca… y cada vez que se inclinaba ella decía: “Te quiero Señor Jesús”, “Ayúdame, Señor Jesús”. Así durante tres años. Rebeca no dudó ni un solo día del amor recíproco de Jesús. Escapó con un hijo concebido por un yihadista y en su pueblo, le bautizó y perdonó. Su historia llegó a ser portada en “El País”.
P: No solo eres la conductora del programa, sino que eres la responsable de comunicación de Ayuda a la Iglesia Necesitada, háblanos sobre tu labor en la fundación.
R: No hay diferencia entre el programa en la tele y mi trabajo diario. Hacer que estas vidas sean noticias. Nos interesa a todos los cristianos de occidente conocer testimonios reales de que Jesús es lo único por lo que merece la pena vivir e incluso dar la vida si fuera necesario. Es un trabajo apasionante: que en el siglo XXI se esté repitiendo lo que ya ocurrió en el siglo I del Cristianismo que haya hombres y mujeres que viven y mueren por Jesús. Aquí necesitamos su testimonio y ellos necesitan que les apoyamos, que nos les dejamos solos, que no les olvidamos y que les ayudamos con nuestra oración y con la ayuda económica para permanecer en pie.
P: Danos alguna pista sobre tus próximos proyectos, ¿qué puedes contarnos?
R: En Ayuda a la Iglesia Necesitada estamos muy preocupados por cómo se encuentran las iglesias locales más desfavorecidas en los países subdesarrollados tras los efectos de la pandemia. Lo más urgente ahora es ayudarles y estamos empleándonos a fondo ahora en ello. Mi trabajo más inmediato será hacer conscientes a los españoles que, si aquí lo estamos pasando ya más por la crisis del COVID 19, con más paro, dificultades, inseguridades… en otros países la situación es infinitamente peor. Y si aquí todos hemos necesitado a nuestros curas, nuestras misas online para no perder el rumbo, la esperanza, la cabeza… allí la presencia de la iglesia es más necesaria que nunca. Salir de nosotros mismos es muy terapeútico.
Quedamos pendientes de la reanudación del programa, Raquel, muchas gracias de nuevo por colaborar con nosotros, ¡esperamos volver a hablar pronto!
