La Confirmación es uno de los sacramentos de la Iglesia que, junto al Bautismo y la Eucaristía, constituye el conjunto de los sacramentos de la iniciación cristiana, es decir, sacramentos cuya recepción es necesaria para la plenitud de la gracia que recibimos en el Bautismo.
La palabra “Confirmación” significa “unción”. En el Sacramento de la Confirmación, la persona es ungida con óleo, siendo así formado en el poder del Espíritu, según Jesucristo, el único verdadero ungido. De esta forma, el sacramento de la Confirmación permite a la persona que lo recibe acoger al Espíritu Santo en el corazón y recibir sus siete dones: la sabiduría, la inteligencia, el consejo, la fortaleza, la ciencia, la piedad y el temor de Dios.
Si en el Bautismo somos presentado ante Dios y la Iglesia, en la Confirmación se refuerza y reafirma esa unión introduciéndonos aun más en la filiación divina, uniéndonos firmemente a Dios. Además, nos concede los dones del Espíritu Santo para difundir y defender la Fe.
Siguiendo las palabras del Papa Francisco, con el sacramento de la Confirmación recibimos al Espíritu Santo en nuestros corazones y lo dejamos actuar; "a través de nosotros, será él quien orará, perdonará, infundirá esperanza y consuelo, servirá a los hermanos, estará cerca de los necesitados y de los últimos, creará comunión y sembrará la paz".
Para preparar a los jóvenes para recibir el sacramento de la Confirmación es fundamental ofrecerles una buena formación que les lleve a una adhesión personal de su Fe y despertar en ellos el sentido de pertenencia a la Iglesia. Por ello, además de la catequesis, en Famiplay pueden disfrutar de contenido formativo y con valores para descubrir Los 7 Sacramentos de la Iglesia.